Al pensar en atuendos y moda, es muy común pensar en las tendencias. Las redes sociales y la publicidad nos muestran colecciones de temporada que varían según las tendencias, en lugar de ropa de estación que se adapte al clima y las estaciones.
Pero si elegimos nuestra ropa en función de nuestros gustos y razones éticas, no hay necesidad de cambiar el armario año tras año.
La moda sostenible considera no solo el uso de tejidos con poco impacto en el medio ambiente y su vida útil, sino que también aborda otros aspectos importantes de la industria de la moda, como el trabajo infantil, condiciones de trabajo seguras, salarios justos, químicos y consumo de energía y agua.
El impacto ambiental y social de la moda depende de nuestras elecciones como consumidores. Antes de comprar una nueva prenda, tómate unos minutos para pensar de dónde viene, los materiales y si realmente la necesitas.
Si bien a largo plazo los productos de slow fashion duran mucho más, garantizar una producción sostenible implica mayores costos, lo que se traduce en mayores precios para los consumidores. Comprar en tiendas de segunda mano y tiendas benéficas también es una gran opción para evitar el impacto negativo de la fabricación de moda.
¿Has intentado embellecer tus prendas bordándolas o incluso coser o tejer tu propia ropa?
